Por Juan Tomás Valenzuela
Después de agotar los plazos,
se le tirán a Surún,
quien no cree en ningún-ningún,
con lo de llevarse el mazo.
Desde que este barbarazo
llegó a la cedé del CARD,
no se ha dejado auditar
por la Cámara de Cuentas,
y desde que le hablan, se avienta
igual que un penco animal.
Miguel Alberto Surún
y un puñado de maleantes,
se han mantenido distantes
al escrutinio común.
Con esta, ya van veintiún
solicitudes que le hacen,
para que dejen que pasen,
aunque sea dos auditores,
sin lograr que estos señores
ni siquiera se ablandacen.
Surún prometió inmolarse
como en Vietnam lo hizo Bonzo,
si le imponían el engonzo
que le obligaba a auditarse.
“El que quiera desgraciarse,
que me haga una auditoría,
que eso yo, ni a la mái mía,
que se crió en Capotillo,
lo acepto, mano a esos pillos
que actúan sin soberanía.
Cuando el ñú era presidente,
el Colegio de Abogados,
en manos de este taimado
operaba impunemente.
Desde que ese delincuente
perdió junto a Nalgarita,
a Surún, le han puesto citas
para que explique sus fallas,
sin embargo, este canalla
no ha recibido al que audita.
Juan de los Palotes
19 noviembre 2021